“...el miedo del
hombre...
ha inventado todos los cuentos”
León Felipe. Sé todos los cuentos
ha inventado todos los cuentos”
León Felipe. Sé todos los cuentos
Se
suele decir que la filosofía comienza con la
sustitución de las creencias arbitrarias y emocionales por explicaciones
lógicas y racionales basadas en el conocimiento objetivo de la realidad. Los
griegos protagonizaron este paso o salto hace más de veintisiete siglos; ahora
bien, ¿este paso se dio de una vez por todas o, por el contrario, constantemente
tenemos que repetirlo?
Los orígenes de la filosofía
Los mitos
son relatos fabulosos (los protagonistas son los dioses, los titanes, los
héroes..) que dan
respuesta a interrogantes o cuestiones importantes para los humanos
al tiempo que
ofrecen modelos de comportamiento. Los mitos griegos, por ejemplo, explican
cómo los dioses hicieron el mundo, cómo fue creado el primer hombre y la
primera mujer, cómo se obtuvo el fuego, cómo apareció el mal en el mundo, qué
hay tras la muerte, o simplemente por qué existen las estaciones del año o las
enfermedades. Al mismo tiempo, los personajes míticos son un ejemplo o pauta a
seguir; un modelo
moral para la ciudadanía. Los griegos disponían de gran número de mitos;
nosotros, también disponemos de mitos que
cumplen tanto la función explicativa como la función ejemplificadora de los
mitos clásicos.
En Grecia, en el siglo
VI antes de Cristo, los primeros filósofos, empezaron a cuestionarse
tanto las explicaciones que daban los mitos como el modelo moral que ofrecían.
Los filósofos protagonizaron lo que se conoce como milagro griego: el paso del mito
al logos, de las creencias a la
razón. Para ellos, este paso significaba desconfiar de las tradicionales
narraciones mitológicas y, con una mirada nueva, observar y analizar la naturaleza
intentando descubrir
en ella las causas reales de los acontecimientos. Por ello, en vez
de hablar de divinidades empezaron a inventar conceptos. Con los mitos, el
mundo era caótico y arbitrario: nada estaba sometido a leyes naturales fijas,
sino a la caprichosa voluntad de los dioses o a los inescrutables designios del
destino;
con la visión racional del mundo, éste deviene ordenado y regido por unas leyes
estables y fijas que se pueden descubrir.
Este
paso fundacional de la filosofía, aconteció históricamente en Grecia en el
siglo VI a.C, pero es un paso que tiene que realizar toda persona que quiera
mantener una actitud despierta e investigadora. Cuando un niño de
seis o siete años comienza a descubrir incoherencias y contradicciones en el
encantador mundo de los Reyes Magos, entonces comienza a revivir una experiencia parecida a la de los primeros
filósofos. El abandono o pérdida del agradable relato de los Reyes Magos y
la aceptación de que éstos son los padres será, probablemente para muchos, el
primer paso del mito al logos. Si el
niño o niña, ya adulto, mantiene su inquietud original, revivirá nuevos
episodios de este paso. Se puede decir,
por lo tanto, que filosofar implica desmontar cuentos: es doloroso y
desconcertante al principio, pero finalmente resulta satisfactorio y liberador
Como diría Federico Luppi "el dolor de la lucidez"
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