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GUÍA PARA ESCRIBIR UN ENSAYO FILOSÓFICO



James Pryor


1. ¿Qué se hace en un ensayo filosófico?
1.1. Un ensayo filosófico consiste en la defensa de alguna tesis
Tu ensayo debe ofrecer algún argumento. No puede consistir en el mero informe de
tus opiniones, ni en el mero informe de las opiniones de los filósofos que discutimos.
Tienes que defender las afirmaciones que haces. Tienes que ofrecer razones para
creerlas. Así que no puedes simplemente decir:
- Opino que P
Debes decir algo así:
- Opino que P. Y creo esto porque ...
o:
- Entiendo que las siguientes consideraciones ... ofrecen un argumento convincente
para P.
Igualmente, no digas:
- Descartes dice que Q.
En lugar de ello, di algo así:
- Descartes dice que Q; sin embargo, el siguiente experimento-mental muestra que Q
no es cierto ...
o:
- Descartes dice que Q. Encuentro que esta afirmación es plausible, por las siguientes
razones ...

1.2. Un buen trabajo filosófico es modesto y defiende una idea pequeña
Pero la defiende clara y sencillamente, y ofrece buenos argumentos en su defensa. La
gente a menudo se propone demasiado en un trabajo filosófico. El resultado habitual
de esto es un trabajo que es arduo de leer, y que está lleno de tesis defendidas
inadecuadamente y explicadas pobremente. Así que no seas demasiado ambiciosa.
No intentes establecer ninguna conclusión apabullante o que tambalee cimientos, en
tu ensayo de 300 palabras. Hecha de forma apropiada, la filosofía se mueve
despacio.
1.3. Originalidad o pensamiento crítico
El objetivo de estos ensayos es que demuestres que has entendido un tema o un
material y que eres capaz de pensar críticamente sobre él. Para lograr esto, tu trabajo
debe mostrar algún tipo de pensamiento propio. Esto no significa que debas encontrar
una teoría propia, o que tengas que hacer una contribución totalmente original al
pensamiento de la humanidad. Ya tendrás tiempo para eso más adelante. Un ensayo
modelo será muy claro y directo (ver más abajo) y será exacto cuando atribuya
opiniones a otros filósofos (ver más abajo), No tienes siempre que intentar abrir
caminos nuevos. Pero debes intentar encontrar tus propios argumentos, o tu propio
modo de elaborar, o criticar, o defender algún argumento que vimos en clase.
Simplemente resumir lo que otros han dicho no es suficiente.
2. Tres fases al escribir
2.1. Primeros pasos
Los primeros pasos al escribir un ensayo filosófico incluyen todo lo que haces antes de
sentarte a escribir tu primer borrador. Estos primeros pasos implicarán escribir, pero
aún no has de escribir un ensayo completo. En lugar de ello, deberías estar tomando
notas de las lecturas, esbozando tus ideas, intentando explicar el principal argumento
que quieres presentar, y componiendo un esquema.
Empieza a trabajar pronto
Los problemas filosóficos y la escritura filosófica requieren una reflexión cuidada y
extensa. No esperes a las dos o tres noches antes de debas entregar tu trabajo para
empezar. Eso es una estupidez. Escribir un buen ensayo filosófico supone un montón
de preparación.
Necesitas dejar tiempo suficiente para pensar sobre el tema y escribir un esquema
detallado. Sólo entonces debes sentarte a escribir un borrador completo. Una vez
tengas el borrador completo, debes dejarlo por un día o dos. Entonces vuelve a él y reescríbelo. Varias veces. Al menos 3 ó 4. Si puedes, muéstraselo a tus amigos y
comprueba sus reacciones. ¿Comprenden tu idea principal? ¿Hay partes del borrador
que no están claras o les parecen confusas?
Todo esto supone tiempo. Así que debes empezar a trabajar en tu ensayo tan pronto
como los temas hayan sido asignados.
Discute los temas con otros
Como decía más arriba, tus trabajos deben demostrar que comprendes y puedes
pensar críticamente sobre el material discutido en clase. Una de las mejores formas de
comprobar si has comprendido este material es intentar explicárselo a alguien que no
está muy familiarizado con él. Cuando uno da clase muchas veces se da cuenta de
que le cuesta explicar adecuadamente algún artículo o argumento que creía que
comprendía. Y esto se debe a que es más problemático o difícil de lo que había
pensado al principio. Tendrás esta misma experiencia. Así que es bueno discutir los
problemas que tratamos en clase con los demás, y con amigos que no están en la
misma clase. Esto te ayudará a comprender mejor los problemas, y te hará ver las
cosas que aún no comprendes del todo.
Es muy útil discutir con otros lo que quieres argumentar en tu ensayo. Cuando tengas
tus ideas lo suficientemente trabajadas como para poder explicárselas a otros,
entonces está preparado para sentarte y empezar a hacer un esquema.
Haz un esquema
Antes de empezar a escribir un borrador, necesitas reflexionar sobre algunas
preguntas: ¿En qué orden deberías explicar los distintos términos y posiciones que
vas a discutir? ¿En qué momento deberías presentar la posición o argumentos de tu
oponente? ¿En qué orden deberías presentar tus críticas a tu oponente? ¿Alguna de
las tesis que defiendes presupone la discusión de alguna otra primero? Etc.
La claridad total de tu trabajo dependerá enormemente de su estructura. Por eso es
importante pensar sobre estas cuestiones antes de empezar a escribir.
Te recomiendo encarecidamente que hagas un esquema o esbozo de tu trabajo, y de
los argumentos que vas a presentar, antes de que empieces a escribir. Esto te permite
organizar las tesis que quieres presentar en tu ensayo y hacerte una idea de cómo van
a encajar entre sí. También ayuda asegurarte de que estás en posición de decir cuál
es tu principal argumento, o crítica, antes de sentarte a escribir un borrador completo
de tu trabajo. Cuando uno se atasca al escribir, a menudo es porque aún no sabe qué
es lo que intenta decir.
Hacer un esquema constituye al menos el 80% del trabajo de un buen ensayo
filosófico. Si el esquema es bueno, el resto del proceso de escritura será mucho más
sencillo.
2.2. Escribe un borrador
Una vez que has pensado sobre el argumento, y escrito un esquema para tu ensayo,
estás preparado para sentarte a escribir un borrador completo.
Usa una prosa sencilla. No apuestes por la literatura elegante. Usa una prosa directa,
sencilla. Mantén tus oraciones y párrafos cortos. Usa palabras familiares. Los
problemas son los suficientemente difíciles y profundos para que tú encima los
embarres más con un lenguaje pretencioso y verboso. No escribas con un lenguaje
que no usarías en una conversación: si no lo dirías, no lo escribas. En las clases,
encontrarás muchas veces filósofos cuya escritura es oscura y complicada. Todo el
mundo que la lee la encuentra difícil y frustrante. Los autores en cuestión son
importantes filosóficamente a pesar de su mala escritura. Así que no intentes imitar
sus estilos de escribir.
Puedes creer que, puesto que tu lector conoce el tema más que de sobra, puedes
dejar de hacer un montón de explicaciones básicas y escribir de forma supersofisticada,
como un experto le habla a otro. Eso sólo hará tu trabajo incomprensible.
Si tu ensayo suena como si estuviese escrito para una audiencia de instituto, entonces
probablemente has alcanzado el nivel adecuado de claridad.
Haz que la estructura de tu trabajo resulte obvia. Debes hacer la estructura de tu
trabajo obvia para el lector. Tu lector no debería hacer ningún esfuerzo para verla.
Dale con ella en la cabeza.
Deja claro cuándo estás exponiendo tus propias ideas y cuándo estás exponiendo las
ideas de otras personas. El lector nunca debe tener dudas acerca de quiénes son las
tesis que presentas en un párrafo dado.
Sé conciso pero explícate en profundidad . Estos deberes podría parecer que apuntan
en direcciones opuestas. (Es como si el primero dijese "No hables demasiado", y el
segundo dijese "Habla un montón.") Pero si entiendes bien estos deberes, verás cómo
es posible cumplir los dos:
- Sé conciso. No se trata de divagar sobre todo lo que sabes sobre un tema dado,
intentando demostrar cuánto sabes y lo lista que eres. Los problemas y las preguntas
son específicas, y deberías asegurarte de que tratas ese problema particular. Formula
el problema o la cuestión principal a la que deseas enfrentarte al comienzo de tu
trabajo, y mantenla en la mente todo el tiempo. No debe haber nada en tu ensayo que
no trate directamente ese problema. Desecha todo lo demás. Siempre es mejor
concentrarse en uno o dos puntos y desarrollarlos en profundidad que intentar engullir
demasiado. Uno o dos senderos bien dibujados son mejores que una jungla
impenetrable.
- Por "explícate en profundidad" quiero decir que, cuando tienes una buena idea, no
debes simplemente lanzarla en una oración. Explícala; pon un ejemplo; deja claro
cómo la idea ayuda en tu argumento.
Haz como si tu lector no hubiese leído el material que estás discutiendo, y no ha
dedicado mucho tiempo al problema de antemano. Esto por supuesto no será cierto.
Pero si escribes como si lo fuese, te obligará a explicar cualquier término técnico, a
ilustrar distinciones oscuras o extrañas, y a ser tan explícito como sea posible cuando
resumas lo que otro filósofo ha dicho.
Pon ejemplos. Es muy importante poner ejemplos en un ensayo filosófico. Muchas de
las afirmaciones que los filósofos hacen son muy abstractas y difíciles de comprender,
y los ejemplos son la mejor forma de aclarar estas afirmaciones.
Los ejemplos también son útiles para explicar los conceptos que juegan un papel
central en tu argumento. Debes siempre dejar claro cómo entiendes estos conceptos,
incluso aunque sean usuales en el discurso ordinario. Tal y como se usan en el
discurso ordinario, estos conceptos pueden no tener un significado lo suficientemente
claro y preciso. Por ejemplo, supón que estás escribiendo un ensayo sobre el aborto, y
que quieres afirmar que "Un feto es una persona." ¿Qué quieres decir por "una
persona"? De esto dependerá de forma importante que tu audiencia encuentre esta
premisa aceptable. También de ello dependerá lo persuasivo de tu argumento. En sí
mismo, el siguiente argumento es bastante inútil:
En un ensayo filosófico, está bien usar palabras de modos diferentes a los modos en
que se usan comúnmente. Simplemente tienes que dejar claro que lo estás haciendo.
Por ejemplo, algunos filósofos usan la palabra "persona" para significar cualquier ser
que es capaz de pensamiento racional y autoconsciencia. Así entendido, animales
como las ballenas o los chimpancés podrían contar como "personas." Ese no es el
modo en que usamos habitualmente "persona"; comúnmente sólo llamamos persona a
un ser humano. Pero está bien usar así "persona" si explícitamente dices lo que con
ello significas. Y lo mismo para otras palabras.
No cambies de vocabulario simplemente por variar . Si llamas algo "X" al comienzo de
tu ensayo, llámalo "X" todo el rato. Así, por ejemplo, no empieces hablando de "la idea
de Platón del yo", y luego cambies a "la idea de Platón del alma", y luego cambies a
"la idea de Platón de la mente". Si quieres hablar de lo mismo en los tres casos,
entonces llámalo por el mismo nombre. En filosofía, un cambio ligero en el vocabulario
es generalmente indicativo de que intentas especificar algo nuevo.
Usa palabras con sentido filosófico preciso. Los filósofos dan a muchas palabras que
parecen comunes pero tienen sentidos técnicos precisos. No uses palabras que no
entiendes completamente. Usa tecnicismos filosóficos sólo cuando los necesites. No
necesitas explicar términos filosóficos generales, como "argumento válido" y "verdad
necesaria" [a menos que tu trabajo verse precisamente sobre estos conceptos]. Pero
debes explicar cualquier término técnico que uses que tenga que ver con el tema
específico que estás discutiendo. Así, por ejemplo, si usas términos especializados
como "dualismo" o "fisicalismo" o "conductismo", debes explicar lo que significan.
Igualmente si usas términos técnicos como "superveniencia". Incluso los filósofos
profesionales cuando escriben para otros filósofos profesionales deben explicar el
vocabulario técnico especial que están usando. Gentes diferentes usan a veces este
vocabulario especial de formas diversas, así que es importante asegurarse de que tú y
tus lectores estáis dando el mismo significado a estas palabras. Haz como si tus
lectores no las hubiesen oído nunca antes.
¿Qué ocurre si estás indeciso? Tu trabajo no tiene siempre que ofrecer una solución
definitiva a un problema, o una respuesta de sí o no a una cuestión. Muchos artículos
excelentes de filosofía no dan respuestas definitivas. A veces argumentan que la
cuestión necesita de aclaración, o que otras preguntas deben hacerse. A veces
argumentan que ciertos presupuestos de la cuestión deben discutirse. A veces
argumentan que ciertas respuestas al problema son demasiado fáciles, es decir, que
no sirven. Así que está bien hacer preguntas y plantear problemas en tu trabajo aún en
el caso de que no puedas ofrecer respuestas satisfactorias a todos ellos. Puedes dejar
algunas cuestiones sin respuesta al final del trabajo. Pero deja claro al lector que dejas
esas cuestiones sin responder a propósito. Y deberías decir algo sobre cómo se
habría de responder la cuestión, y por qué dicha cuestión es interesante y relevante
para el propósito de tu trabajo.
2.3. Escribe, y sigue re-escribiendo
Ahora ya has escrito un borrador completo de tu trabajo. Déjalo a un lado por un día o
dos.
Vuelve entonces al borrador y reléelo. Mientras lees cada oración, hazte las siguientes
preguntas: "¿De verdad esto tiene sentido? "Esto no queda nada claro" "Esto suena
pretencioso" "¿Qué significa esto?" "¿Cuál es la conexión entre estas dos oraciones?"
"¿No me estoy simplemente repitiendo con esto?" y así.
Asegúrate de que cada oración de tu borrador sirve para algo claro. Deshazte de todas
las que no lo hagan. Si no puedes decidir cómo una oración dada contribuye a la
discusión central, líbrate de ella. Incluso aunque suene bien. No debes introducir
nunca nuevas ideas en tu trabajo a menos que sean importantes para el argumento
principal, y tengas espacio suficiente para explicarlas de verdad.
Asegúrate de que tus oraciones dicen exactamente lo que quieres que digan. Por
ejemplo, supongamos que escribes "Abortar es lo mismo que matar". ¿Es eso lo que
quieres decir? Así que cuando Oswald mató a Kennedy, ¿fue lo mismo que abortar a
Kennedy? ¿O quieres decir otra cosa? Quizás quieras decir que abortar es una forma
de matar. En una conversación puedes esperar que la gente entienda lo que quieres
decir. Pero no deberías escribir de ese modo. En prosa filosófica, debes asegurarte de
decir exactamente lo que quieres decir.
Deberías contar con escribir muchos borradores de tu trabajo. Al menos 3 ó 4.
3. Cómo serás evaluado
Tres criterios básicos
1) Lo bien que has comprendido el tema y los problemas sobre los que escribes.
2) Lo buenos que son tus argumentos.
3) Lo bien organizado y claro que es tu trabajo.
No voy a juzgar tu trabajo en función de si estoy o no de acuerdo con la conclusión. De
hecho, lo común en filosofía es discrepar de las ideas de los otros. Sin embargo, sí
juzgaré si los argumentos son buenos para la conclusión.
De forma más específica, me estaré preguntado lo siguiente según lea tu trabajo:
- ¿Enuncias de modo claro lo que intentas hacer en el ensayo? ¿Es obvio para el
lector cuál es la tesis principal?
- ¿Ofreces argumentos para las afirmaciones que haces? ¿Queda claro cuáles son
estos argumentos?
- ¿Está clara la estructura de tu trabajo? Por ejemplo, ¿se distinguen con claridad las
partes puramente expositivas, de las partes que conforman tu propia contribución?
- ¿Usas una prosa sencilla, fácil de leer y de comprender?
– ¿Ilustras tus ideas con buenos ejemplos? ¿Dices lo que quieres decir?
¿Presentas con claridad y exactitud las ideas de otros filósofos?

Intenta anticipar los siguientes comentarios por mi parte y evitarlos: 
- "Explica esta afirmación" o "¿Qué quieres decir con esto?" o "No comprendo lo que dices aquí". "Este párrafo no es claro (o es extraño, o muy difícil de leer)" o "Es demasiado complicado" "Difícil de seguir" "Simplifica"
- "¿Por qué piensas esto?" "Esto necesita mayor defensa" "¿Por qué crees esto?" "Explica por qué esto es una razón para creer que X" "Explica por qué esto se sigue de lo que has dicho antes"
- "Esto no es realmente relevante"
- "Pon un ejemplo"

 Mejorando tu trabajo. Cuando debas re-escribir tu trabajo, ten lo siguiente en cuenta:
Tu re-escritura debe ir más allá de la pura corrección de los errores y problemas que te he indicado. Si tu trabajo era desordenado, poco claro en su estructura, y difícil de seguir en su argumentación, sólo podrás corregir estos fallos comenzando de nuevo. Vuelve a tu borrador y con los comentarios que has recibido sobre el trabajo, escribe desde ahí.
Ten en cuenta que puedo ver en la nueva versión errores o debilidades que se me pasaron desapercibidos en la primera corrección. O quizás los vi y afectaron a la consideración general del trabajo, aunque no sugerí ninguna forma de corregirlos. Esta es otra razón para que escribas todo el trabajo de nuevo, y no sólo los pasajes comentados.
A menudo, no tendrás la oportunidad de escribir tu ensayo una vez que ha sido evaluado. Así que debes acostumbrarte a escribir un borrador, y a revisar y re-escribir lo escrito antes de entregarlo para su evaluación.

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