miércoles

¿ESTAMOS LOCOS O QUÉ?




Un trastorno de la personalidad se define como un patrón permanente e inflexible de comportamiento, que se aparta sustancialmente de las expectativas sociales y culturales. Tiene su inicio en la adolescencia o principios de la edad adulta, es estable a lo largo del tiempo y comporta malestar o prejuicios para quien lo padece. Este vídeo del portal Piscoactiva nos presenta un catálogo con los rasgos característicos de los 14 trastornos de la personalidad más frecuentes que puede ser de utilidad para investigar el tema. No usar en caso de tendencia desmedida a etiquetar a las personas o aparentar ser psiquiatra sin serlo.

¿PODEMOS CAMBIAR DE PERSONALIDAD?

  
¿Podemos cambiar de personalidad? (El País Semanal, 30 Mayo 2018) 
Una parte de nuestra personalidad viene marcada genéticamente. Tradicionalmente los expertos separan dos dimensiones diferentes de nuestra forma de ser: el temperamento (lo más instintivo y biológicamente determinado en cada ser humano desde que nace) y el carácter (lo que aprendemos, y por lo tanto, fuertemente vinculado a la educación y al ambiente). El carácter no se hereda y es modificable. El temperamento nos viene en el ADN. Podemos aprender a controlarlo, pero persiste. Igual que el cuerpo se compone de huesos, músculos y órganos, la personalidad se forma por tres elementos básicos: la instrospección, el neuroticismo y el psicoticismo. Todos ellos están relacionados con el cerebro. Esta teoría la desarrolló el psicólogo Hans Eysenck en los años cuarenta. El mayor o menor porcentaje de estos tres rasgos determina quiénes somos.

LOS GENES QUE REGULAN LA PERSONALIDAD

 
Los genes que regulan la personalidad (Redes, RTVE 2011)


El manual de instrucciones con el que se ensambla nuestra biología está escrito en el ADN. Pero, ¿es posible que los genes, del mismo modo que regulan el desarrollo de nuestro cuerpo, también influyan en nuestra personalidad? En este capítulo de Redes, Punset indaga sobre esta cuestión con Dean Hamer, genetista de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos y divulgador científico. Hamer ha recopilado numerosas evidencias que sugieren que la felicidad, la espiritualidad, la orientación sexual y otros rasgos de la personalidad tendrían un componente genético.

PROSOPON

  
La personalidad (La aventura del saber, RTVE 2013)


El estudio de la personalidad se puede remontar alrededor de un siglo antes de Cristo; desde entonces los Griegos se interesaron por personificar diferentes papeles en el drama de dicha cultura, para lo que las personas utilizaban máscaras que cubrían sus rostros; de esta manera les era posible representar distintos estilos de vida diferentes a los propios, sin dejar de ser ellos mismos. Es decir, asumir diferentes personalidades dentro de una misma persona, por lo cual el concepto personalidad se origina del término prosopon (máscara).
La Personalidad es la naturaleza psicológica o identidad personal del individuo. Tiene características centrales (fundamentales) y periféricas (secundarias). Las características centrales son los rasgos característicos, fundamentales y duraderos de la persona. Las características periféricasson aquellos rasgos y conductas que están sujetas a cambios, como las preferencias. La personalidad es estable: no cambia fácilmente con el tiempo.

martes

GUÍA PARA ESCRIBIR UN ENSAYO FILOSÓFICO



James Pryor


1. ¿Qué se hace en un ensayo filosófico?
1.1. Un ensayo filosófico consiste en la defensa de alguna tesis
Tu ensayo debe ofrecer algún argumento. No puede consistir en el mero informe de
tus opiniones, ni en el mero informe de las opiniones de los filósofos que discutimos.
Tienes que defender las afirmaciones que haces. Tienes que ofrecer razones para
creerlas. Así que no puedes simplemente decir:
- Opino que P
Debes decir algo así:
- Opino que P. Y creo esto porque ...
o:
- Entiendo que las siguientes consideraciones ... ofrecen un argumento convincente
para P.
Igualmente, no digas:
- Descartes dice que Q.
En lugar de ello, di algo así:
- Descartes dice que Q; sin embargo, el siguiente experimento-mental muestra que Q
no es cierto ...
o:
- Descartes dice que Q. Encuentro que esta afirmación es plausible, por las siguientes
razones ...

jueves

LA DERROTA DE CRONOS



Carlos Fernández Liria et al. Educación para la ciudadanía. 
Democracia, capitalismo y Estado de Derecho, 2007

En el comienzo de los tiempos, Gea, la Tierra, y Urano, el Cielo, no hacían otra cosa que copular el uno sobre el otro. Urano se negaba a separarse de Gea, de tal modo que entre los dos no quedaba ni un solo hueco para nada. Así pues, no había ningún espacio en el que pudieran instalarse las plantas, los animales, los hombres... En definitiva, el mundo mismo era imposible, porque el cuerpo de Urano lo tapaba todo.

ESCLAVOS DE DÍA, SEÑORES DE NOCHE


¡Hola, buenas noches! (Pau Rodilla, 2018)

 Verne. El País . 2/09/2018

Pau Rodilla tiene 31 años, vive en Valencia, trabaja como director de arte en una agencia de publicidad y pide con frecuencia comida a domicilio a través de Deliveroo, una compañía que se nutre de repartidores a pie o en bici. Leer este artículo, en el que se analiza cómo pagamos a otros para que hagan cosas que no podemos hacer por falta de tiempo, le hizo reflexionar sobre su forma de consumir. Entonces Rodilla decidió dirigir su primer cortometraje de ficción. ¡Hola, buenas noches!
El corto, rodado de madrugada desde el maletero de un coche, no pretende denunciar particularmente las condiciones de trabajo de los repartidores, matiza su autor a Verne por teléfono. “Va más allá, quiero mostrar cómo vivimos para sostener un tipo de consumo que nos hace creer que somos señores feudales de noche, aunque en realidad somos esclavos durante el día”, afirma. Rodilla pone como ejemplo una de las frases del artículo de Héctor G. Barnés: “El nuevo lujo del mileurista es delegar el trabajo de casa en otro trabajador aún peor pagado. Puede darse el caso de que el repartidor extenuado recurra a los servicios de un compañero para hacer aquello que no le apetece hacer en su tiempo libre porque pasa 12 horas al día dedicado a ello”.

lunes

DOXA vs EPISTEME

  
Carlos Fernández Liria. Volver a Pensar (Akal, 1989)

Es sorprendente cómo nuestros intelectuales creen conocer a Freud, a Marx, a Platón sin sentir ni por un momento que su garganta peligra por ello. Ya sé: estar en la cárcel no es ningún criterio de verdad. No, pero pensar suele tener consecuencias de ese estilo y no por casualidad. Decir “lo que es” es siempre decir lo que es el poder establecido y eso es algo que inevitablemente se dice contra el poder establecido al menos mientras ese poder sea injusto. En este sentido, incluso el más insignificante teorema matemático es revolucionario y podría ser titulado en El País de “apología del terrorismo“. No es por otra razón por lo que Platón identificó la luz del ser en el pensamiento con la luz del Bien y la Justicia: es imposible en absoluto ver un concepto a otra luz distinta del Bien, ver cualquier concepto si no es contra el Poder. No es una gran virtud de nuestra caverna democrática el que los pensadores no estén ya en la cárcel. Hoy como siempre la cárcel tiene sus celdas reservadas para cualquier pensador; y es que la libertad de opiniones ni tiene ni puede tener nada que ver con el pensamiento. Opinar que Marx tenía razón es algo que nada tiene que ver con pensar lo que Marx pensó. Opinar lo mismo que Marx, opinar lo mismo que Freud, pretender opinar lo mismo que un pensador que durante toda su vida intento dejar de opinar en un papel en blanco para ceñirse a la disciplina de un pensamiento que ya no fuera su pensamiento, un pensamiento que fuera capaz de “pensarse a si mismo“, es tan incongruente como hablar del sabor de un triángulo, de lo redondo que es o de la velocidad del tocino. El que nos esté permitido opinar sobre Marx es tanto como decir que nos está permitido olvidar a Marx. Se puede llegar a demostrar que Marx no tenía razón, pero Marx no es opinable, ningún desarrollo teórico es opinable: un concepto sólo puede ser demostrado o refutado y ninguna de las dos cosas tiene nada que ver con la opinión. La discusión teórica no tiene nada que ver con un consenso de opiniones, ante todo, porque el objeto de la discusión teórica es distinto del objeto de la opinión. La opinión más exacta está tan lejos del pensamiento como la más disparatada (...)

NO ME ACUERDO DE OLVIDARTE



Leonard (Guy Pearce), antiguo agente de seguros, no puede guardar nuevos recuerdos a causa de un brutal golpe recibido en la cabeza. A modo de epitafio, su memoria se ha detenido en un hecho trágico: la violación y muerte de su esposa. El suceso le dejó  atrapado para siempre en el dolor y en el odio. Por eso, aunque corra el riesgo de no poder acordarse de ello, Leonard sabe que tiene que vengar el crimen. Para ello crea un complejo sistema de pistas, que se va dejando a sí mismo, y que le permitirá recordar los avances de su investigación. Anotaciones, Polaroids, tatuajes en la piel y los automáticos ‘condicionantes’son los únicos apoyos que tiene para lograr su objetivo sin que las mentiras de la gente que le rodea, ni siquiera las suyas propias, reescriban sin piedad su patética historia, una y otra vez.

martes

EL EîDOS CAPITAL


El gran olvido del Sr. Peel. 

Por Carlos fernández Liria

Los postmodernos se “han olvidado” del capital. Cuestión de memoria. ¡Cuestión precisamente de esa particular “memoria” que Platón llamó pensamiento! La postmodernidad se propone “saber vivir”. Pero, por mucho que uno no pueda “vivir” sin gemir por el paro o sin indignarse ante la tortura, por mucho que uno tenga la honradez de votar “no” a la OTAN o de denunciar el expolio perpetrado al obrero al no subirle un punto más su sueldo, “saber vivir” seguirá siendo, como era para Platón, renunciar al pensamiento. Es decir: renunciar a ese nivel en el que un obrero es un obrero, un banquero es un banquero y un capitalista es un capitalista, ese nivel en el que, situados ante “aquello que hace bellas las cosas bellas” e “injustas las cosas injustas”, podemos por primera vez indignarnos ante la injusticia “invivible” que supone el que un obrero sea obrero, por bien o mal que le trate la patronal. También en la “caverna” son posibles los lloriqueos humanistas antes los banqueros sinvergüenzas, ante los empresarios sin escrúpulos, ante los sanguinarios, crueles, cínicos y mentirosos, ante los torturadores sin entrañas o ante los militares golpistas. Pero sólo “fuera de la caverna”, solo en el pensamiento o en la acción revolucionaria, es posible indignarse ante aquello que hace banquero a un banquero, capitalista a un capitalista, obrero a un obrero y militar a un militar. Por eso hablamos en su momento de una “renuncia al pensamiento”, porque a un obrero se le puede tocar, se le puede matar, se le puede torturar, se le puede subir el sueldo o incluso se le puede besar, pero aquello que hace obrero a un obrero es “invivible”: sólo se puede pensar.