lunes

¿QUÉ PUEDO SABER?




Detente por un momento y piensa qué es para ti un hecho indiscutible, por ejemplo que la lluvia cae del cielo, el nombre de tu madre o que Dios existe. Luego, piensa: ¿cómo llegué a conocer estos hechos? ¿Dependo de mis sentidos para confirmar que algo sea cierto? ¿Son estos absolutamente confiables? ¿Dependo de alguien más para aceptar esta información? Y, en tal caso, ¿cómo obtuvo la información esa persona? Pregúntate a ti mismo: ¿qué significa realmente "saber algo"? ¿cómo puedo saber lo que se? ¿Cómo puedo saber si mis creencias sobre el mundo están justificadas?
Así comienza este documental de la serie "Grandes ideas de la Filosofía" dedicado a la teoría del conocimiento. Seguro que no te dejará indiferente

miércoles

PIENSO, LUEGO TODO EXISTE




Ya sabéis la vieja verdad cartesiana. Pienso, luego existo (lo que existe es mi mente pensante, claro, que es lo que más claramente soy yo). Esta verdad es indudable (si lo dudo ya estoy pensando, luego existiendo), por eso es verdad. ¿Pero es lo único indudable y verdadero? De ninguna manera. En primer lugar, si pienso es que pienso algo (esto es igualmente indudable: si dudo que piense en algo es que estoy pensando en eso) ¿Pero en qué pienso? Supongamos que pienso en mi pensamiento (¿qué voy a hacer, si no existe nada más?) Esta suposición ya presupone una inevitable distinción en mi mente o pensamiento, la que hay entre el pensar y lo pensado. ¿Pero qué puede hacer esta distinción en mi mente? ¿Puede el pensamiento distinguirse de sí mismo? Sólo si hay otra cosa que no sea pensamiento.

PESADILLAS


La película arranca con un preso, que, oculto tras una máscara, le cuenta su historia a un psiquiatra. El preso es César, un muchacho huérfano, joven, guapo,  millonario, con un gran éxito entre las chicas y que vive la vida a todo tren. Su buen amigo Pelayo aparece una noche en una de las fiestas de César con una bella mujer, Sofía, de la que César se enamora al instante. Pero Nuria, una antigua amante de César, presa de los celos, se lanza en coche por un barranco…con César dentro. Nuria muere y César queda horriblemente desfigurado.

PARTO E INFANCIA DE DIOS, UN ELEFANTE DE LEGO, UN DEMIURGO DE CUATRO AÑOS Y SANTA CLAUS (PARTE 1ª)

por Isabel Romero Navas
Los primeros hombres se encontraban perdidos y confusos. Eran materia viva conscientes de ser materia viva, y esto para cualquier ser es una tragedia terrible pues nos conduce irremediablemente a la incertidumbre y el vacío existencial. Existen tres formas de superar esta angustia inicial: obviarla, afrontarla o evadirse de ella. Nuestra raza ha tenido siempre una tendencia natural hacia esta última solución, ha inventado dioses, ritos, mundos paralelos, valores, libros sagrados, a Santa Claus… lo que sea con tal de no perdernos buscando nuestra verdadera naturaleza o la realidad de nuestro mundo. Ambas cuestiones por supuesto pertenecen al ámbito de la filosofía, cuya utilidad hoy día parece que  podría equipararse a la de las monedas de dos céntimos o a la de los semáforos en ámbar. Para entender mejor lo que quiero decir mejor hagamos un breve resumen de casi todo: