lunes

¿QUÉ SON LOS SENTIMIENTOS?



El sentimiento y la razón no son contrarios. Lejos de excluirse, interactúan en todo lo que hacemos. son socios de la actividad de la mente; a veces colaboran de buen grado, otras veces están irremediablemente enemistados, pero el caso es que no pueden separarse. Sin el sentimiento, la razón tiene un problema, pues son los sentimientos los que le dicen al pensamiento por donde van los tiros. Sin el aporte emocional, el pensamiento no puede moverse (...)

Los sentimientos son el adhesivo que nos mantiene unidos. Por lo tanto, lo son todo menos superfluos. Tampoco son per se perjudiciales, engorrosos, primitivos ni nos apartan de lo verdadero y esencial, como muchos filósofos han querido convencer a sí mismos y a los demás. Es cierto que los sentimientos se nos pueden "subir a la cabeza" y que si actúan con vehemencia excesiva pueden perturbar el pensamiento. Pero, aunque a veces desearíamos librarnos de ellos, una vida sin sentimientos sería una catástrofe. Todavía más triste que estar "poseído" por la alegría, "montar" en cólera" y ser "carcomido" por los celos sería no llegar a degustar todos estos fascinantes elixires de la existencia. Sin emociones, caemos en la apatía más estúpida. Una persona sin sentimientos sería digna de lástima, ya que sería completamente incapaz de actuar y no sabría qué debe pensar. sus neuronas no tendrían ningún motor ni ningún espíritu. Aún la decisión de ser totalmente racional, de desatender los sentimientos, es una decisión del sentimiento; tenemos ocurrencias divertidas, imaginaciones angustiantes, atisbos fulminantes, pensamientos chocantes, ideas románticas y concepciones frías (...)
Lo que a muchas personas molesta de los sentimientos es que son muy difíciles de eleminiar o de provocar. ¡Cuántas veces no intenta una persona apática actuar de forma espontánea e impulsiva!¡Ycuántas personas fácilmente excitables no desean ser más frías y serenas! No es fácil controlar los sentimientos, y en cambio ellos nos controlan a nosotros. Para ser más exactos, no sólo nos controlan. Del mismo modo en que no pensamos con nuestro cerebro, sino que nosotros mismos somos un estado cerebral, en cierto sentido cabe decir también que nosotros somos nuestros sentimientos. Pero ¿en qué sentido?
Los filósofos apenas puede responder a esta pregunta. No es de extrañar que en los últimos años haya sido sobre todo la neurociencia la que se ha ocupado de esta cuestión (...)  Estos científicos se han acostumbrado a distinguir entre emociones y sentimientos. Con la etiqueta emoción se refieren a la compleja interacción de las reacciones químicas y neuronales. Las emociones están sujetas a patrones fijos, suelen ser muy parecidas entre hombres y animales, y son fenómenos bastante estereotipados y automáticos. Los sentimientos, en cambio, son un asunto mucho más complejo, en el que interviene una porción considerable de conciencia (...) Los sentimientos constituyen una mezcla especial de emociones e ideas, poseen un fuerte componente personal y ocurren, por decirlo así, en el espacio íntimo. Con los lagartos, las urracas y los murciélagos compartimos el hambre y los reflejos de huida, pero no así nuestras cuítas amorosas, nuestra nostalgia y nuestra melancolía

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