viernes

CAPITALISMO VS DEMOCRACIA




El sueño americano se desvanece peligrosamente mientras muchas familias pierden sus puestos de trabajo, sus casas y los ahorros de toda su vida. Para descubrir a los verdaderos culpables de esta crisis planetaria, el irreverente Michael Moore se adentra en los estratos sociales de Estados Unidos, desde las viviendas más humildes, hasta los pasillos gubernamentales en Washington. Un documental que se pregunta cuál es el precio que paga el país más poderoso del mundo por su amor al capitalismo.
Diversión y rebelión. Esas son las dos reacciones que Michael Moore quiere provocar en el público con su nueva película. "Capitalismo, una historia de amor" es un análisis de la crisis mundial desde las entrañas de las grandes corporaciones norteamericanas, pero también un retrato de las familias que lo han perdido todo. Moore hace gala de su sarcasmo habitual para "atacar" a políticos e instituciones financieras, diseccionando el capitalismo paso a paso y buscando las claves de la desastrosa situación económica del mundo. Todo ello a la sombra de los 14.000 puestos de trabajo que se pierden cada día.

EL CAPITALISMO DEL DESASTRE



"La doctrina del shock" (2009)

La doctrina del shock: el auge del capitalismo del desastre (en inglés The Shock Doctrine: The Rise of Disaster Capitalism), es un libro de 2007 de la periodista canadiense Naomi Klein. En 2009 se realizó el documental The Shock Doctrine inspirado en el libro, bajo la dirección de Michael Winterbottom y Mat Whitecross.
El libro sostiene que las políticas económicas del Premio Nobel Milton Friedman y de la Escuela de Economía de Chicago han alcanzado importancia en países con modelos de libre mercado no porque fuesen populares, sino a través de impactos en la psicología social a partir de desastres o contingencias, provocando que, ante la conmoción y confusión, se puedan hacer reformas que desmantelen el sector público para beneficio de empresas y grandes corporaciones
Se supone que algunas de estas perturbaciones, como la Guerra de las Malvinas, el 11 de septiembre, el Tsunami de 2004 en Indonesia, o la crisis del huracán Katrina pudieron haber sido aprovechadas con la intención de forzar el desmantelamiento de los estados sociales.

jueves

¿ANTI-SISTEMA?


Carlos Fernández Liria en "Filosofía Hoy"

Caemos hacia un abismo humano, social y ecológico. Y en condiciones capitalistas es imposible una solución. El capitalismo no deja margen a las decisiones políticas de la democracia. Nuestros parlamentos están atenazados y vendidos a los poderes económicos. Por eso tenemos que ser antisistema, pero no porque tengamos una idea mejor de la democracia parlamentaria o el estado de derecho, sino porque estamos convencidos de que so no puede ser mas que una farsa mientras exista el capitalismo. Desde la izquierda, no pedimos la luna, sino que se haga realidad todo eso que nuestras orgullosas democracias constitucionales dicen ser. Hoy hay que ser un radical antisistema para defender una brizna de sentido común. Porque la lógica de este régimen que nos subyuga es delirante y suicida: para defender los privilegios inconmensurables de un 1% de la población mundial, se ha emprendido una revolución genocida. Hay que ser consciente: en estos tiempos, los revolucionarios son ellos, los ricos que han emprendido una guerra sin cuartel contra los pobres. El mundo se ha convertido en un chiste de mal gusto y desde la izquierda no queremos sino sentar las bases para recuperar la sensatez, el ritmo de las instituciones democráticas, la efectividad de la política parlamentaria, la posibilidad del estado de derecho. Nop buscamos más que un margen para la prudencia en un mundo delirante. Queremos que los poderes económicos se sometan a la ley. Y las leyes que los obliguen a entrar en razón; que impidan, por ejemplo, jugar a la bolsa con el precio de los alimentos básicos de la población mundial o desahuciar familias en un país con 3,4 millones de viviendas vacías. Lo que perseguimos es muy moderado y razonable. El problema es que, sin cambiar el sistema es imposible recuperar la cordura. Pero, como decía una pintada del 15M, si somos antisistema es porque el sistema es antinosotros

¿SON JUSTAS LAS DESIGUALDADES?


Juan Carlos Monedero. Curso urgente de política para gente decente, 2013

¿Es justo que un futbolista de éxito gane más que el resto de losmiembros de su equipo?¿Es justo que un futbolista gane más que una maestra o que alguien que investiga el cáncer? ¿Es justa una sociedad donde los estímulos generan desigualdades?
Imaginemos una situación donde no supiéramos cuál será nuestra identidad, nuestra riqueza, nuestras cualidades personales, nuestros intereses como grupo, es decir, una situación donde un “velo de ignorancia” nos impidiera saber nuestra suerte futura. ¿No escogeríamos acaso como justo un mundo donde ninguna de esas características fuera relevante para el desempeño de la vida? Si no supiéramos si vamos a caer en la casilla de la pobreza o de la riqueza, ¿no entenderíamos como justa una sociedad donde nacer entre algodones o en el suelo no actuara como mérito ni demérito? Si no supiéramos el color de nuestra piel o la condición de nuestro sexo, ¿no entenderíamos que no debieran ser raza ni género elementos de ventaja o desventaja? Si escogiéramos bajo el velo de la ignorancia los principios rectores de nuestra sociedad, parece sensato entender que rechazaríamos cualquier privilegio y nos guiaríamos por la equidad, pues nadie quiere un perjuicio para sí mismo. Llegaríamos así a un lugar aproximado de lo que debe ser la justicia y, de ahí, a las instituciones que deberíamos crear acordes con esa idea de justicia.