¿Qué son las emociones?
En la actualidad se acepta que las emociones se originan en el sistema límbico y que estos estados complejos tienen estos tres componentes:- Fisiológicos: Es la primera reacción frente a un estímulo y es involuntaria: la respiración aumenta, cambios a nivel hormonal, etc.
- Cognitivos: La información es procesada a nivel consciente e inconsciente. Influye en nuestra experiencia subjetiva.
- Conductuales: Provoca un cambio en el comportamiento: los gestos de la cara, el movimiento del cuerpo...
Teorías de la emoción
¿Tienes
miedo? ¿Te encuentras triste.?¿Qué significan estas palabras? ¿Qué
sientes cuando te hallas en un determinado estado emocional?¿Estás
interpretando las sensaciones físicas causadas por la liberación de
alguna sustancia química en el cuerpo o la activación de alguna
parte de tu cerebro o bien resulta que el fuerte sentimiento que
estás experimentando es algo subjetivo que debe su existencia a los
procesos de pensamiento en tu cerebro, que lo han creado y
denominado? Buena parte de las investigaciones sobre la emoción han
intentado responder a estas preguntas.
Teoría evolutiva de la emoción (Charles Darwin)
La
teoría evolutiva de la emoción tiene su origen en las ideas de
Charles Darwin, que afirmaba
que las emociones cumplen
una función adaptativa
permitiendo
la supervivencia y la reproducción.
Por tanto,
de acuerdo con la teoría evolutiva de la emoción, nuestras
emociones existen porque nos sirven para sobrevivir. Las emociones
motivan a las personas a responder de forma rápida ante un estímulo
del ambiente, lo que aumenta las probabilidades de supervivencia.
Teoría de la emoción de James-Lange
Dos
científicos que trabajaron al mismo tiempo, el psicólogo William
James (1884) y el también psicólogo Carl Lange (1885), llegaron a
puntos de vista tan parecidos, que podemos considerar sus
contribuciones de forma conjunta. Esencialmente, ambos dudaron de la
suposición tradicional de que primero se vive algún suceso (por
ejemplo, que se nos acerque un atracador), se siente acto seguido la
emoción (el miedo) y luego experimentamos las sensaciones
fisiológicas relacionadas con esta emoción (el corazón late más
deprisa, la respiración se acelera, las palmas de las manos sudan,
se siente debilidad en las rodillas, etc.) y nos comportamos de la
manera que creemos adecuada a la situación (luchamos, gritamos, nos
desmayamos o corremos). Tanto James como Lange arguyeron en favor de
una inversión de esta secuencia, es decir, que la base de las
emociones deriva de nuestra percepción de las sensaciones
fisiológicas, como los cambios en el ritmo cardiaco y la tensión
arterial y las contracciones de los músculos viscerales y del
esqueleto. De acuerdo con esta teoría, cuando te insultan no te
sientes enfadado y luego experimentas los síntomas fisiológicos de
la ira, sino al contrario, tu corazón y respiración aumentan de
velocidad y tus músculos se tensan, y entonces interpretas estos
cambios corporales como “estoy enfadado”. Esta teoría sostiene
que las respuestas fisiológicas son diferentes para cada emoción
Teoría
de Cannon-Bard ) En
1927 Walter Cannon argumentó en contra de la posición de
James-Lange, argumentación que fue luego ampliada por Philip Bard
(1938). Mediante la investigación de laboratorio, mostraron que las
reacciones fisiológicas que acompañan a diferentes emociones son
las mismas en una emoción u otra. En otras palabras, cuando una
persona está nerviosa, enfadada o tiene miedo o está enamorada,
aumenta el ritmo cardiaco, la velocidad de la respiración y los
músculos se tensan. Así, si dependiéramos únicamente de nuestras
respuestas fisiológicas, no seríamos capaces de distinguir una
emoción de otra. Afirmaron, además, que el individuo normalmente no
es consciente de los cambios internos. Propusieron que la
experiencia
emocional y la activación fisiológica ocurren al mismo tiempo, no
una detrás de otra. ¿De qué forma? De acuerdo con Cannon y Bard,
cuando tropezamos con un atracador, los impulsos nerviosos llevan
esta información a dos lugares importantes del cerebro: la corteza,
el área donde tienen lugar los procesos más sofisticados de
pensamiento, le dice que el atracador constituye una amenaza para su
seguridad personal, y el darse cuenta de esto, este pensamiento,
basta para producir el miedo. Al mismo tiempo, el tálamo produce
diversos cambios fisiológicos inespecíficos (o sea, no son
específicos de una emoción determinada, sino que se producen como
respuesta a cualquier emoción). Nos referimos a estos cambios como
la reacción de “estrés” o la reacción de “lucha o fuga”.
Esta reacción le prepara para gastar energía y prevenir un daño
potencial. Si más adelante descubre que la persona amenazadora no
era un atracador, sino sólo alguien que quería preguntarle una
dirección, ambas áreas se calmarán: la corteza hará desaparecer
sus sensaciones de miedo y el tálamo suspenderá la reacción
fisiológica.
Teoría de la evaluación cognitiva
Lazarus,
1991; Leventhal y Tomarken, 1986; Scherer, 1997. De
acuerdo con estos teóricos, el proceso de la interpretación
cognoscitiva en las emociones presenta dos pasos: 1. La
interpretación de los estímulos del medio ambiente. 2. La
interpretación de los estímulos del cuerpo que resultan de la
activación del sistema nervioso autónomo. Revisaremos
individualmente estos dos pasos:
Paso 1: interpretación de los estímulos entrantes
La perspectiva cognoscitiva en la interpretación de estímulos relevantes a las emociones del mundo exterior, nos lleva hasta el antiguo filósofo griego Epicteto, quien dijo: “La gente no es afectada por los sucesos, sino por las interpretaciones de ellos”. Por ejemplo, si recibes por correo una caja que hace un sonido de tic-tac, ¿te pondrías feliz o nervioso? Si el remitente es Violeta, y Violeta es tu enemiga a muerte, podrías pensar que contiene una bomba de tiempo y sentir miedo. Sin embargo, si Violeta es una amiga querida, abrirías la caja sintiéndote feliz, esperando encontrar un reloj. En este caso, la interpretación del estímulo, no el estímulo en sí, causa la reacción emocional. De este modo, en la teoría cognoscitiva de la emoción, la información del estímulo viaja primero a la corteza cerebral, donde es experimentada e interpretada. Posteriormente se envía un mensaje al sistema límbico y al sistema nervioso autónomo, lo que resulta en activación fisiológica.
Paso 2:
interpretación de los estímulos corporales
El segundo
paso en la teoría cognoscitiva de la emoción es la interpretación
de los estímulos provenientes del interior del cuerpo, que resultan
de la activación del sistema nervioso autónomo. La teoría
cognoscitiva se parece a la de James-Lange en que enfatiza la
importancia de los estímulos corporales internos en la experiencia
de emoción, pero va más allá al sugerir que la interpretación
cognoscitiva de estos estímulos es más importante que los estímulos
internos en sí.
Teoría
de la retroalimentación facial
Establece
que el movimiento facial puede influir en la experiencia emocional.
Los
partidarios de esta teoría sugieren que las emociones están
directamente relacionadas con los cambios en los músculos faciales.
Por ejemplo, una
persona podría mejorar su estado de ánimo sonriendo.
Igual que podría empeorarlo si frunce el ceño. Es decir, el
corolario más sorprendente de esta teoría es ese que nos dice que
podríamos generar emociones dibujando en nuestro rostro, de manera
voluntaria, algunas de sus expresiones más características.
Charles
Darwin fue
uno de los primeros en sugerir que los cambios fisiológicos causados
por una emoción tendrían
un
impacto directo
en
nuestros estados emocionales
en lugar de ser solo la consecuencia de esa emoción.
Siguiendo con
esta idea, William
James propuso que,
contrariamente a la creencia común, la conciencia de los cambios
corporales activados por un estímulo es la emoción. Así, si no se
sienten cambios corporales, solo habría un pensamiento intelectual,
desprovisto de calidez emocional.
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