domingo

¿NACEMOS INTELIGENTES O NOS HACEMOS INTELIGENTES?


Algunas preguntas relacionadas con la inteligencia, por ejemplo: ¿Cómo se puede saber quién es inteligente?, suelen ir asociadas a otras del estilo de: ¿Esa chica es inteligente porque sus padres también lo son, o es que ha tenido una buena educación y ha estado en buenos colegios?. Estas cuestiones concretas pueden traducirse en una general: ¿Es la inteligencia algo que se adquiere o algo que se hereda?

Frente a esta pregunta se han tomado tres posiciones, cada una de las cuales se fundamenta en diferentes argumentos:
  • La inteligencia se hereda. Algunos psicólogos han llegado a esta conclusión a partir de los resultados obtenidos al medir, mediante tests, la inteligencia de sujetos que comparten la misma herencia pero viven en ambientes separados, es decir, gemelos monozigóticos (los que proceden de un mismo óvulo) criados en familias diferentes o personas con relaciones estrechas de parentesco, padres e hijos, o hermanos. Las puntuaciones obtenidas por estas personas tienen una correlación alta. Esto vendría a indicar que las personas con una misma dotación genética poseen una capacidad intelectual muy similar.
La defensa de la herencia genética como causa de las diferencias intelectuales entre las personas tiene importantes implicaciones éticas. En efecto, si la inteligencia dependiera de los genes, poco papel podrían desempeñar la experiencia y el aprendizaje. La persona que naciera poco dotada, moriría poco dotada a pesar de los esfuerzos educativos.
  • La inteligencia se desarrolla en función del ambiente. Algunos autores niegan totalmente el papel de la herencia en la inteligencia. La inteligencia no sería algo definitivo como la estatura, sino que podría ser modificada , lo mismo que la conducta, mediante la estimulación adecuada. Cuando nacemos no tenemos desarrolladas nuestras capacidades intelectuales, sino que es necesaria una maduración que se produce en unas determinadas condiciones familiares, sociales, personales, etc. También influirían aspectos como la motivación, las actitudes, las expectativas, etc.
Quizás los datos más espectaculares que avalan esta postura provienen de los estudios sobre los "niños salvajes" o los referentes a los niños criados en situaciones de privación afectiva. Los retrasos que muestran estos niños en todas las áreas del desarrollo y los avances que experimentan con el tratamiento adecuado, podrían constituir un indicio de que la socialización es una condición necesaria para que la inteligencia humana se desarrolle.
  • La inteligencia se desarrolla por interacción entre el medio y la herencia. Es la postura que actualmente posee más partidarios. Una elevada carga de herencia no significa que el ambiente no sea un determinante importante de la inteligencia. La herencia nos predispone y el ambiente logra que esa predisposición se desarrolle adecuadamente o, por el contrario, que no se desarrolle.

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